Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

El terremoto del sur de Perú? Crónica de un círculo vicioso (página 2)



Partes: 1, 2

Tipos
de afectaciones o daños

Según la naturaleza del
fenómeno climático u orográfico
(frecuentemente agudizado o causado por el hombre
cuando, por ejemplo, tala laderas lo cual determina la
caída de huaycos), las afectaciones o perturbaciones
pueden referirse a cinco aspectos clave. Primero: muertes o
daños a las personas. Segundo: destrucción o
debilitamiento de infraestructuras básicas (carreteras,
puertos, puentes, centrales energéticas, sistemas de
riego). Tercero: destrucción o daños de viviendas.
Cuarto: destrucción o daños relacionados con
infraestructuras y equipos relacionados con servicios
sociales básicos (agua, luz, desague,
unidades de atención a la salud y a la educación).
Quinto: destrucción o daños a la base
económico – productiva (fábricas, almacenes,
establecimientos comerciales o de servicios, tierras de uso
agropecuario, plantel ganadero).

Este tipo de clasificación importa para definir
las instituciones
que efectivamente deben responder a sus correspondientes funciones,
evitando abarcar otras (funciones) para las cuales no
están (o no deberían estar) calificadas. La
multiplicidad de ofertas desconectadas entre sí,
independientemente de su encomiable sentido de solidaridad,
complican la gestión
racional de las emergencias y de la rehabilitación,
especialmente cuando son muy poco significativas (en cantidades
de bienes
aportados, por ejemplo). En el caso que estamos abordando, uno de
los dilemas resaltantes es el de cómo articular las
ofertas vertiginosas para la atención a la salud, que
provienen concurrentemente del Ministerio de Salud, de EsSalud,
de los Hospitales de Solidaridad (dependientes de la
Municipalidad de Lima), de los Hospitales de las Fuerzas Armadas
y de los Hospitales de Campaña proporcionados por algunas
cooperaciones externas, así como de los propios Centros
Hospitalarios Regionales y Locales (pese a que en su mayoritaria
han quedado prácticamente inhabilitados). ¿Su
desplazamiento ha contado con los elementales requerimientos de
espacio, medicamentos, equipos y material de reposición?.
¿El colapso de una buena parte de los establecimientos de
salud en la región no es por sí mismo una
imprevisión grave; que además ha requerido un
laborioso y costoso traslado de heridos a Lima?.

Igual ocurre con los voluntarios que acuden
individualmente o enviados por entidades humanitarias civiles o
religiosas, que, además de complejizar el funcionamiento
de los esfuerzos para determinar quién hace que, donde y
con quienes, compiten con los propios afectados en la
dotación de habitáculos, comida y agua.

Medición de las Afectaciones.

Uno de los más graves problemas
prácticos en el manejo de afectaciones climáticas u
orográficas agudas radica en cómo y quien debe
medirlas o estimarlas con suficiente precisión. Cuando las
estimaciones no se forjan con criterios precisos y en lo posible
cuantitativos, las estrategias y los
recursos para
atenderlas tienden a ser inadecuadas. El término de
viviendas "afectadas", por ejemplo no permite determinar el tipo
de atención que merecen. Lo menos que se esperaría
es una clasificación que defina al menos tres niveles.
Primero: totalmente destruidas. Segundo: parcialmente afectadas
pero recuperables con pocos recursos. Tercero: tan fuerte o
ampliamente afectadas, cuyos restos deben ser demolidos. La
lógica
indica que, en términos de costos por
ejemplo, que es un elemento clave para estimar los fondos
necesarios para tratar el sismo, deben operar personas
suficientemente preparadas que dispongan de módulos o
rangos para cada tipo de daño o
secuela. En general las estimaciones relacionadas con los
impactos sobre la producción y los ingresos son las
más difíciles.

Dentro lado, ha sido frecuente el hecho de que las
estimaciones sobre el número de los afectados y sobre la
magnitud de los daños se realicen, paralelamente, por
varias entidades, con diferentes criterios y en diferentes
momentos, lo cual genera graves desconciertos en la
atención, priorización, cronometría y
focalización de las intervenciones.

Es obvio que en ambas dimensiones del problema, se
requiere de una política y de una
definición orgánica en los diferentes niveles
territoriales (nacional, regional, local) para hacer más
eficiente, funcional y pertinente el tratamiento de los
fenómenos en cuestión. Se entiende que igual que en
otros temas que se verá luego, aquí también
debe ser el INDECI quien debe definir y aplicar los criterios y
metodologías directamente ligadas al costeo de los
daños y sus secuelas ulteriores; así como con el
soporte formalmente ordenado de otras instancias que estén
en condiciones y tengan la capacidad para apuntar en la misma
dirección.

Enfoque lógico y priorización de las
intervenciones.

Pese a los argumentos teóricamente aceptados de
que una parte sustantiva de las causas y de los mayores
daños de los fenómenos climáticos agudos
gira en torno a la
situación de carencias – pobreza de la
mayoría de la población, es notorio que este asunto es
sistemáticamente evadido. Por lo regular las estrategias
parten de la Prevención (incluyendo Mapas de Riesgo) y
terminan generalmente con la reposición de las
infraestructuras. La alternativa a esta opción incompleta
estriba en asumir el ciclo: desarrollo
– prevención – atención a las
emergencias inmediatas- rehabilitación –
reconstrucción – desarrollo. Otra vez, la
cuestión económico – productiva deviene en
una de las más complicadas; porque implica reconocer que
la rehabilitación de las cosechas en comuneros
empobrecidos (cuando el friaje destruyó los
sembríos) reclama tiempos largos para la
preparación de la parcela, dinero
adicional para la compra de semillas y para alimentarse hasta que
pueda recuperarse; lo que obviamente el comunero no
dispone.

Dependiendo de la magnitud de las afectaciones en cada
uno se los aspectos tipologizados, y siempre teniendo en cuenta
el ciclo lógico anteriormente mencionado, las
intervenciones tendrían que ser adecuada y
rápidamente priorizadas. El tiempo y los
recursos
humanos para efectuar esta acción
debieran ser mandatarias para el aparato Estatal. Una vez
ocurrido el "desastre" obviamente que las intervenciones
más inmediatas tienen que ver con los "emergencias"
relatadas en términos de atención a los heridos,
dotación de alimentos y agua,
tratamiento a los fallecidos, asignación de espacios
protegidos para pernoctar, instalación de sistemas de
disposición de excretas (para evitar epidemias), facilitar
el acceso a los lugares afectados y organizar a las
víctimas.

En este tema un factor fundamental es el de un
seguimiento de los daños y, naturalmente, de las secuelas
que se mantienen hacia el mediano e incluso el largo plazo.
Ocurre en general con dos asuntos social y económicamente
graves. El primero: la recuperación de la capacidad
económico – productiva de cultivos, crianzas y
procesos de
transformación industrial, y sus implicancias sobre los
ingresos y el empleo de las
personas: empresarios, trabajadores, suplidores de materias
primas implicadas directa o indirectamente. El segundo: la
capacidad financiera (pública y privada) para responder a
ese reto, considerando que deberán al menos sostenerse la
sobrevivencia alimentaría y la dotación de
servicios sociales básicos.

En la medida en que la lógica de un sistema integral
y orgánico para el abordaje de los fenómenos
climáticos u orográficos agudos (y sus efectos o
impactos que se generan después del evento mismo) no se
aplique e internalice tanto en la población afectada como
en las autoridades involucradas, el tratamiento tradicional
(imprevisión, duplicación de esfuerzos, ataque a
los problemas colaterales sin incorporar respuestas de desarrollo
hacia el mediano – lago plazo) será insuficiente.
Una secuela resultante de un manejo a muy corto plazo –
inmediatista de estos fenómenos resulta en un agravamiento
de la pobreza y en
procesos migratorios amplios. Se caerá nuevamente en el
círculo vicioso que, en general, se nutre de imprevisiones
y responde inorgánicamente a hechos consumados. Este
círculo vicioso promoverá insatisfacción y
podría acelerar comportamientos social y
políticamente tensionantes. Aquí un mensaje
trascendente se leería en términos de cómo
aprovechar las calamidades aprendiendo a manejarlos no solamente
con eficacia y
prontitud, sino que también en términos de la
oportunidad de generar efectivamente desarrollo
humano. En este escenario, el reto más elevado
consiste en la actuación consensuada y solidaria de
fuerzas colectivas que puedan realmente construir un nuevo
Estado, una
nueva economía y una nueva red institucional dedicada a
disolver la pobreza, la inequidad y el inmovilismo.

Articulación institucional.

Ha sido mencionado el hecho de cruces institucionales en
la medición y priorización de las
afectaciones provocadas por eventos
climáticos u orográficos agudos. El nervio central
de este argumento radica en que en la práctica existe
cierta ambiguedad en la definición de quién conduce
sistemáticamente los procesos descritos o que las
definiciones no se respetan; no obstante la premisa formal que le
asigna ese papel al INDECI. En el caso que estamos comentando (y
en otros anteriores) el INDECI se ha mantenido en un plano
secundario. La dirección global la ha asumido el
Presidente de la República, lo cual es
políticamente explicable. En un nivel quizá
más operativo se ha entregado al Primer Ministro en su
calidad de
coordinador del Gabinete; pero paralelamente se designó al
Ministro de Vivienda y Construcción para supuestamente operar los
procedimientos
más específicos de envergadura nacional;
además de visitas esporádicas de un buen
número de otros Ministros.

Hasta este punto, el tejido del comando político
puede ser aceptable. Lo que pareciera estar fuera de la caja
formal y de la capacidad para manejar los problemas vivenciales
cotidianos más inmediatos, se refiere al rol bastante
marginal que han estado teniendo los Presidentes Regionales (al
menos el de Ica) y los Alcaldes Provinciales, quienes presiden,
por mandato legal) los correspondientes Comités Regionales
y Locales de Defensa Civil.
Esta circunstancia es grave por varios lados. Primero:
porque desmonta la validez de la Ley del Sistema
Nacional de Defensa Civil y del propio INDECI; que define el rol,
la
organización y las formas de operación de los
Comités aludidos. Segundo: porque devela la
fragilidad de estos Comités en términos no solo
organizativos sino que también de recursos materiales y
métodos de
intervención. Tercero: porque afecta los esfuerzos
de consolidación de los Gobiernos Regionales y del
proceso
descentralizador, que es una aspiración colectiva de
primer orden. Cuarto: porque corre el riesgo de tomarse
decisiones inadecuadas en consideración a posibles
enfoques centralistas y que luego son difíciles de
realizar por las autoridades locales. Quinto: porque
descoloca la relación de los Gobiernos Locales con
importantes organizaciones
sociales de base, como son los Comedores Populares, los Vasos de
Leche o los
Programas
Nutricionales – Alimentarios Desconcentrados del MINDES y
del Ministerio de Salud; los cuales tendrían un papel
preponderante en algunas acciones de
emergencia precisamente.

La cooperación internacional, bilateral o
multilateral, puede tener en este tipo de aspectos también
una serie de dilemas o requerimientos previos para comprobar su
eficacia. Primero: determinar cual sería el tipo de
aporte que debería otorgar, con que prioridad atenderlo y
donde priorizarlo; lo cual es un asunto de demanda versus
oferta.
Segundo: de que manera la Agencia Peruana de
Cooperación Internacional – APSI tiene un cupo en
los esfuerzos relativos a este tema. Tercero: la
oportunidad de hacer llegar la cooperación aprobada en los
momentos oportunos, dependiendo si se trata de las diferentes
fases de atención al evento: emergencia,
rehabilitación, reconstrucción, soporte al
desarrollo. Cuarto: quién (es) será (n) el
(los) interlocutor (es) precisamente para optimizar los aportes
comprometidos. Agosto del 2007.

 

Raúl Lizárraga Bobbio

Informa: S.O.S Vidas
Perú

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter